Achilipú lepú lepú

Echar de menos es algo habitual por estas fechas. De repente el curso se acaba, comienzan las vacaciones y ese periodo de adaptación que tanto cuesta. Llegar a casa y encontrarte sin nada que hacer se hace raro. Empiezas a organizar tu armario y demás cosas que utilizarás a lo largo de los próximos tres meses. Te das cuenta de que tienes por delante un montón de tiempo y te relajas. Sin embargo, cuando miras el calendario a mitad de julio, recién llegada de los exámenes de recuperación, eres consciente de que ya no queda tanto. Comienzas a hacer esa típica lista, escrita o en la imaginación, que fielmente vas a tratar de cumplir.

Día 1. Completado.
Día 2. Completado.
...

Te cansas de cumplir lo que un día atrás querías. Dejas de seguir unas normas, comienzas a disfrutar realmente de lo que va surgiendo, de esos planes inesperados que salen de las cuatro de la tarde de un martes cualquiera. Coincide que todos tus amigos están dispuestos a salir, a pasarlo bien y sobre todo a estar juntos. Así es como pasa de prisa la vida. Como dejas de echar de menos para pasártelo bien.

Círculo. Nuestro recorrido sigue la flecha, y la flecha el círculo: Septiembre, época de despedidas, de nuevo a echar de menos. He aquí lo bonito de la vida resulta ser lo más fugaz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario