Las personas con propósitos son más felices

Adoro cuando dejamos de pensar, esos momentos en los que estamos tan ocupados que nos da igual todo lo demás. Justo al terminar ese mini periodo de tiempo volvemos a zambullirnos en preocupaciones y recuerdos, es ahí cuando nos damos cuenta de lo felices que estábamos mientras disfrutábamos el momento. Mi propósito es cambiar el chip. En vez de sumergirme en pensamientos, actuaré. Haré todo aquello que ansíe por sentir, experimentar, vivir. Haré que me falte tiempo para comeduras de tarro. 

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