Observando

Ojalá pudiera deslizar mis dedos con la facilidad con que mi mente capta la cantidad de momentos preciosos a mi alrededor. Resulta casi imposible, al menos para mí, describir la belleza del gesto de una persona que cede su sitio dentro de cualquier transporte público a otra que aparenta ser más débil. O los ojos semicerrados con que un señor mira a su mujer, sonríe y le agarra la mano del mismo modo que lleva haciéndolo casi 50 años. Entrelíneas solemos dejar atrás detalles tan importantes que llegan a modificar la historia que queremos contar. Por mucho que alguien consiga plasmar por escrito X momento, no será ni la mitad de bonito, dulce, alegre o emotivo. No será por pocas horas... Mejor que cada uno imagine.

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